VIVIR DE MI LADO
Fendación Santillana para Iberoamérica
Bogotá 2006
Vivir sin traicionarse a uno mismo implica aceptar que nuestros propios pensamientos están condicionados por el entorno y la historia personal. A veces ni sabemos qué queremos. Dejar de decir o hacer lo que uno quiere es perder la libertad y al perder la libertad propia, es probable que pretendamos quitarle la libertad a quienes nos rodean.